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Estabilidad escapular, intervención clínica

Estabilidad escapular, intervención clínica 2560 1707 FisioAso

La escápula es una parte crucial de la función del miembro superior, siendo encargada de orientar la glena y así ampliar la capacidad de movimiento del complejo articular del hombro.

Además otra de sus funciones fundamentales es aportar una base estable para la cabeza del húmero para que esta se pueda mover de forma segura y libre. Cuando esta estabilidad falla por cualquier motivo la capacidad de funcionamiento del hombro se reduce, con la consecuente aparición de dolor, limitación del movimiento, falta de fuerza, etc.

Es muy habitual en el ámbito de la neurorehabilitación encontrar problemas de estabilidad en el hombro, ya que en una situación normal la mayor parte de la estabilidad se consigue gracias a la musculatura. Cuando hay un problema neurológico que afecta al control de la musculatura del hombro gran parte de la estabilidad que tenía desaparece, multiplicando las posibilidades de aparición de sintomatología en el hombro.

Una herramienta que podemos utilizar para trabajar la musculatura escapular son las anillas de gimnasia. En el ejercicio que os enseñamos nuestro paciente pasa de la postura de estar colgada pasivamente a activamente. Mientras está colgada pasivamente se produce un estiramiento global de la musculatura, especialmente de hombro y tronco, y una descompresión de la columna. Para realizar el paso a estar colgada activamente eleva el tronco mediante los depresores y retractores escapulares. Además no nos podemos olvidar del trabajo de fuerza de
agarre en las manos y de todo el estímulo propioceptivo que se recibe durante todo el ejercicio.
Las anillas nos permiten hacer tanto este como otros cientos de ejercicios, trabajando de manera global o específica; pero siempre adaptando el ejercicio en base a las capacidades del paciente.

Autor: Héctor Cancio-Donlebun

Hemianopsia y estrategias de intervención

Hemianopsia y estrategias de intervención 1013 509 FisioAso

Como todos sabemos, la visión es uno de los sentidos más importantes de los que disponemos y su alteración puede suponer grandes dificultades a la hora de realizar actividades de la vida diaria, y la hemianopsia es una de ellas, producida por lo general por ictus en las zonas posteriores, en el lóbulo occipital.

La hemianopsia puede parecer inusual pero no deja de ser una alteración de origen neurológico que provoca muchos problemas de orientación en exteriores y localización de objetos.

Ahora bien, ¿Cómo podemos rehabilitar o compensar este tipo de déficits que afectan al campo visual?

Analizando artículos que abordan el tratamiento de este déficit encontramos dos con resultados positivos en este tipo de alteraciones:

1. Saccadic visual search training: a treatment for patients with homonymous hemianopsia.
En este artículo los investigadores trabajaban la localización de estímulos rápidos, mostrados durante 3 segundos en una pantalla analizando los tiempos de respuesta y los campos perimétricos entre otros.
Este grupo de 29 pacientes obtuvo mejores resultadas en la reevaluación y afirmaban que eran más conscientes de su déficit lo que les permitía ser más independientes.

2. Compensatory strategies following visual search trainingin patients with homonymous hemianopia: an eye movement study.
Esta investigación se centra, al igual que la anterior en trabajar los movimientos visuales hacia el hemicampo visual afectado a través de estímulos visuales presentados en una pantalla.
Después del entrenamiento, se observó que los pacientes realizaban una proporción mayor de fijaciones en el hemicampo afecto, al igual que el anterior, el déficit no había desaparecido pero los pacientes eran capaces de localizar, más y con mayor rapidez estímulos en el hemicampo afecto.

Nosotros hemos observado cambios relevantes con este tipo de intervención, siendo valoradas específicamente con anterioridad. Como vemos en la imagen hemos trabajado el rastreo visual y la localización de estímulos en el hemicampo afectado. Las dificultades para orientarse en el exterior se han reducido y el paciente ha ganado independencia en las actividades instrumentales de la vida diaria.

Os dejamos el enlace a los artículos citados:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2977066/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1738779/

Sí o sí, ejercicio aeróbico en ictus

Sí o sí, ejercicio aeróbico en ictus 300 235 FisioAso

La bibliografía es más que clara en este aspecto: la necesidad de un trabajo aeróbico en personas que han sufrido un ictus, sea cual sea la fase en la que se encuentren (una vez estabilizados, claro está), tiene un nivel de recomendación alto.

Uno de los factores limitadores en algunas actividades de la vida diaria, es la fatiga. Ésta puede encontrarse en procesos específicos de contracción muscular mantenida, tras repeticiones durante un aprendizaje motor, así como en grandes grupos musculares utilizados por actividades de la vida diaria como podrían ser: transferirse de sedestación a bipedestación, caminar, saltar o correr (cada persona con su capacidad correspondiente). Todos estos procesos consumen en mayor o menor medida, oxígeno.

Pero no olvidemos que el cerebro necesita, para un proceso de neuroplasticidad tras un daño cerebral, de nuevo oxígeno. Para ello, nos ha llamado la atención el siguiente estudio:

«Promoting Neuroplasticity for Motor Rehabilitation After Stroke: Considering the Effects of Aerobic Exercise and Genetic Variation on Brain-Derived Neurotrophic Factor»

En este estudio, se ha analizado a nivel molecular, un elemento clave en la implicación neurofisiológica de la neuroplasticidad durante el proceso de rehabilitación y recuperación de las personas que han sufrido un ictus, que es el llamado Factor Neurotrófico derivado del cerebro (BDNF).

Este estudio demuestra que el ejercicio aeróbico aumenta la producción de BDNF, y en consecuencia, la mejora del aprendizaje y la memoria, tan necesarios en los procesos de reaprendizaje motor tras el ictus.

Es por ello, que existen varias formas de manifestación clínica que podemos encontrarnos durante nuestras intervenciones, donde por ejemplo: Pacientes manifiestan que tras largos paseos encuentran un mayor rendimiento a nivel cognitivo (me salen mejor las palabras, recuerdo mejor las cosas). O realizar una práctica masiva de un gesto en concreto, trabajar posteriormente a nivel aeróbico, y realizar mejores tiempos en ese gesto pese al cansancio.

Debemos incluir como elemento a tener en cuenta en la rehabilitación, el ejercicio aeróbico, ya que no sólo a nivel cerebral obtenemos mejoras en el rendimiento neuroplástico, sino que además, se ven implicados otros aspectos como el control motor, la resistencia e incluso la fuerza.

Para descargar el estudio: https://academic.oup.com/ptj/article/93/12/1707/2735425

Rehabilitación en ictus crónico

Rehabilitación en ictus crónico 325 217 FisioAso

Muchas vueltas solemos dar los profesionales sanitarios implicados en la rehabilitación del paciente neurológico, donde el constante reciclaje, las formaciones, la investigación, los avances tecnológicos, etc. están en constante cambio y evolucionan en favor a los afectados (sujetos de investigación).

El paciente con ictus crónico (tiempo-dependiente), suele tener una recuperación complicada, ya que no solo ha instaurado una serie de aprendizajes y adaptaciones en medida de lo que ha ido desarrollando en su vida diaria, sino que ha pasado una oportunidad de reorganización tras el periodo agudo que optimizaría el proceso de recuperación en caso que no se haya hecho ningún tipo de rehabilitación.

Aún así, nunca nos damos por vencidos, ya que negar la evidencia de recuperación en personas que han sufrido un ictus hace años (nos referimos a déficit, funcionalidad y desempeño, para su calidad de vida), suele ser por desconocimiento, ya que las mejoras en la participación de la vida de una persona, son más que bienvenidas, y pueden ser objetivos específicos para las personas afectadas.

La evidencia científica nos muestra el camino experimental que han podido estudiar los profesionales sanitarios dedicados a este terreno, con resultados analizados y medidos, cambios clínicos interesantes y sobretodo, calidad de vida, independencia funcional y autonomía.

Es por ello, que el siguiente estudio del 2019 lo encontramos más que interesante:

«Long-Dose Intensive Therapy Is Necessary for Strong, Clinically Significant, Upper Limb Functional Gains and Retained Gains in Severe/Moderate Chronic Stroke».

En este estudio, 36 sujetos con ictus crónico, realizaron un trabajo específico de recuperación de la extremidad superior, desde el paraguas del control motor y la fuerza, así como la Estimulación Eléctrica Funcional, terapia espejo y la Robótica [(Vectra Pro (Chatanooga Group, Inc, Hixson, TN) y InMotion2)], dependiendo de la necesidad de un trabajo más distal o proximal (según mayor afectación).

La duración del trabajo, fue de 5 horas al día, 5 días a la semana, durante 12 semanas, lo que implica más de 300 horas en el total del estudio. Además, se midieron mediante test, el déficit como la Fugl-Meyer, la funcionalidad mediante Arm Motor Ability Test (AMAT) y la Stroke Impact Scale (SIS) para la percepción de cuánto han recuperado la extremidad superior.

Los resultados muestran mejoras estadísticamente significativas y clínicamente relevantes en el déficit (de hasta 10 puntos en el test de Fugl-Meyer, que son muchos), en la funcionalidad (AMAT) mediante el entrenamiento de las tareas, así como en la percepción de mejora del paciente (lo que implica una adherencia considerable al tratamiento).

De hecho, gracias a estas mejoras, junto con la adherencia, los cambios se mantenían al cabo de 3 meses de duración tras la finalización de la intervención, donde los pacientes continuaban realizando las tareas de la vida diaria sobre las que fueron entrenadas durante el tratamiento, en especial énfasis en el control motor.

Este estudio implica cosas bastante interesantes, donde el paradigma del más y mejor, se vuelve favorable en el paciente con ictus crónico. La oferta de tratamiento en España no suele ser de este tipo (aunque sí existen unos pocos centros que la ofertan), ni en dosis, ni intensidad, ni duración, ni tipo de intervención. Ahora, sabemos el camino, necesitamos hacer el esfuerzo de cambiar lo que se ofrece a los pacientes con ictus crónico.

Para descargar el artículo: https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/1545968319846120?url_ver=Z39.88-2003&rfr_id=ori:rid:crossref.org&rfr_dat=cr_pub%3dpubmed

Ictus y efectos del entrenamiento en la arena

Ictus y efectos del entrenamiento en la arena 750 439 FisioAso

Hoy queremos dejaros la siguiente publicación que nos resulta interesante para pacientes que han sufrido un ictus, en referencia al a rehabilitación de la marcha:

«Effects of gait training on sand on improving the walking ability of patients with chronic stroke: a randomized controlled trial»

Muchas veces observamos en ámbitos de deporte profesional, realizar entrenamiento específico en la arena de la playa, con objetivos de mejoras en fuerza, rendimiento y resistencia. Ahora bien, ¿qué pasa si lo realizamos en pacientes con ictus?

Este Estudio Clínico Aleatorizado realizado con 28 pacientes, compararon 2 grupos de estudio donde realizaban reentrenamiento de la marcha, uno realizado en suelo firme y otro sobre la arena de la playa. Los resultados obtenidos básicamente fueron una mejora en la resistencia en referencia a la fatiga muscular, una mejora en el sistema cardiovascular y una mejora en el equilibrio dinámico (aunque sobre suelo firme también las había).

El resumen es que, ya que en Gijón tenemos una magnífica playa, y la clínica la tenemos situada cerca de ésta, nos interesa realizar un trabajo específico de marcha en nuestros pacientes con ictus, tal y como podemos ver en el vídeo.

Para descargar el estudio: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5890224/

Posición vertical subjetiva y Enfermedad de Parkinson

Posición vertical subjetiva y Enfermedad de Parkinson 404 346 FisioAso

Si bien la postura característica en personas que padecen Enfermedad de Parkinson suele ser la flexión de tronco (camptocormia) junto con anteriorización de la cabeza (antecollis), es común que tanto familiares como personas del entorno cercanos estén constantemente comentando: «Ponte recto, anda derecho, no te curves, endereza!«.

Ahora bien, ¿Y si planteamos que la percepción de nuestros pacientes con Parkinson, a lo largo de la enfermedad, cambia, y consideran como posición vertical (subjetiva) la misma flexión de tronco?

Este estudio nos llama la atención ya que lo plantea como hipótesis:
«Forward flexion of trunk in Parkinson’s disease patients is affected by subjective vertical position»

En esta investigación, se realiza la división de la muestra en 2 grupos: el experimental, con 40 pacientes con Parkinson, donde se comparaba la percepción subjetiva de la verticalidad con el segundo grupo, el experimental, que lo conforman 15 personas de avanzada edad sanas.
A nivel metodológico, se midieron las diferencias entre la línea vertical y la línea troncal del paciente. La línea vertical era definida como la línea que pasa verticalmente a través de L4 hasta el suelo y la línea troncal real definida como la línea entre C7 y L4. La posición vertical subjetiva se midió como el ángulo entre la línea vertical y la posición reconocida por el paciente como la posición vertical.

Finalmente, para medir la posición vertical subjetiva, los sujetos se mantuvieron en una posición de pie con los ojos cerrados, después guiaron el tronco del sujeto, pasivamente, a un ángulo de flexión hacia delante de 45 °. A continuación, el sujeto se movió pasivamente a una velocidad de aproximadamente 5 segundos desde la posición en flexión de tronco de 45 ° a 0 ° y posteriormente informó sobre la posición percibida como la posición vertical.

¿Los resultados? El reconocimiento de la verticalidad subjetiva era diferente a la objetiva, con diferencias estadísticamente significativas comparadas con el grupo control. Esto podría confirmar la hipótesis planteada de inicio, pero siendo prudentes puesto que el estudio tiene sus limitaciones, aunque sí tiene repercusiones a nivel clínico.

Para descargar el estudio: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5507338/

Predictores de la función motora en Extremidad Superior

Predictores de la función motora en Extremidad Superior 1200 675 FisioAso

Queremos dejaros el siguiente estudio que nos parece interesante tener en cuenta para la recuperación de la extremidad superior tras presentar un ictus:

«Early clinical predictors of motor function in the upper extremity one month post-stroke».

Tras sufrir un ictus, y en cuanto a recuperación de la función de la extremidad superior se refiere, las claves para la recuperación según este estudio en cuanto a funcionalidad y usabilidad de la extremidad afecta, (con 104 pacientes como muestra) serían la capacidad de extensión de dedos, la fuerza de prensión y la capacidad de abducción de hombro.

Las medidas de referencia que se regristraron tras 3 días del ictus (y una vez estabilizado médicamente el paciente), como son las actividades que se plantean a lo largo de nuestra vida, junto con las medidas mediante el test como la «Fugl-Meyer Assessment for Upper Extremity», fueron claves para poder realizar un pronóstico de recuperación funcional de la extremidad superior en los pacientes que han sufrido un ictus.

Si queréis leerlo por completo, os dejamos el enlace.
Para descargar el estudio: https://www.medicaljournals.se/jrm/content/abstract/10.2340/16501977-2205

Reacciones del SNA en las terapias

Reacciones del SNA en las terapias 768 439 FisioAso

La movilización del sistema nervioso en paciente neurológico, es una cuestión delicada, no vale con aplicar técnicas neurodinámicas en el cuerpo del paciente, sin un razonamiento previo, adquirido de previas valoraciones tanto de gestos funcionales, rangos de movimiento, estructuras nerviosas o interfásicas, test neurodinámico y actividad relevante que implique dicha estructura, ya sea en una intervención en fisioterapia, logopedia o en terapia ocupacional.

El hecho es que gracias a los diagramas de movimiento, podemos observar, testar, y constatar, que un componente el cual hemos sometido a razonamiento clínico y consideramos como elemento a movilizar (a nivel neural o estructural), debemos observar posibles respuestas del Sistema Nervioso Autónomo (SNA) que puedan surgir tanto de la movilización directa o indirecta del sistema nervioso, como de posibles estructuras interfásicas mediante la terapia manual. Muchos estudios en fisioterapia relacionan las PA (postero-anteriorización) de estructuras de la columna vertebral, tanto en zona cervical (1, 2) como de la lumbar (3, 4, 5) como respuesta esperable, las reacciones del SNA, con aumentos de la frecuencia cardíaca, respiratoria así como respuestas del vello y la piel. Además, otros estudios confirman que la movilización del sistema nervioso mediante movilizaciones neurodinámicas, en estructuras del miembro superior (6) así como el inferior (7) pueden desencadenar respuestas del SNA como reacciones esperables que hay que tener muy en cuenta y tenerlas controladas.

En pacientes neurológicos, quienes su Sistema Nervioso Central sufre o ha sufrido una agresión directa ocasionada por patología base, donde además la inmovilidad es un factor añadido e igual de importante que el propio lesivo llegando a cambiar las características tisulares tanto del Sistema Nervioso Periférico como de otras estructuras, repercuten en un SNA muchas veces olvidado, puesto que éste también tiene una mecánica y fisiología que van muy de la mano, tal y como plantea Shacklock en su libro «Movilización del Sistema Nervioso» las relaciones entre patomecánica y patoneurofisiología.

Por ello, voy a contaros un par de experiencias clínicas, que me parecen más que curiosas en pacientes en concreto, y a tener en cuenta a la hora de movilizar el sistema nervioso en pacientes neurológicos, donde la actuación del SNA es clave para continuar o no el tratamiento.

Picor: paciente de 50 años de edad, intervención quirúrgica por tumor en médula espinal con resección de la misma, C2-C3, hace más de 1 año, con afectación motora en extremidad superior (resaltable motricidad fina extremidad superior derecha), con un Nine Hole Peg Test de 3 minutos 40 segundos, y sensitiva tanto a temperatura, como vibratoria, propioceptiva y discriminación de 2 puntos. No se observan alteraciones en cicatriz, ni adherencia alguna, sin dolor y de vez en cuando picor.

El hecho es que cuando se realiza movilización en carga del neuroeje, añadiendo Slump en según qué actividad, y es mantenida durante un tiempo relativo, aparece un picor intenso en la cicatriz ubicada en la nuca, con necesidad imperiosa de rascarse. Se rascaba, y como la sensibilidad es más bien regulera, llegaba a hacerse una pequeña herida. El hecho es que se le propuso movilizar el cuello en cuanto lo notara, yendo hacia la extensión y posteriormente hacia la flexión cervical, añadiendo y quitando carga neural con amplio rango articular. El resultado, que tras 3 o 4 movilizaciones activas realizadas por el paciente, desaparece dicho picor, sin rascarse. Actualmente, lo utiliza como estrategia para no rascarse ni hacerse herida en dicha zona.

Mareos: pacientes con una estructura ya establecida desde hace años, como puede ser el paciente con Parkinson de larga evolución, con la típica anteriorización de la cabeza, llevando a la hiperextensión cervical alta junto con la flexión cervical baja, una respuesta del SNA puede ser el mareo, en cuanto se busca la retracción cervical. La cadena ganglionar cervical recordemos que pasa por la parte posterior de la columna cervical, donde un patrón de descarga tal y como se propone desde INN® (Integracción de la Neurodinámica en Neurorrehabilitación) es la posición descrita anteriormente, y una movilización mantenida en el límite de la retracción, sin tener en cuenta el diagrama de movimiento, seguramente genere respuestas del SNA muy a tener en cuenta, así como posible reducción de la luz de la arteria vertebral que irriga el cerebro, como hipótesis.

Sudoración: muy común manos o pies de los niños con afectación del Sistema Nervioso, donde muchas actividades al límite de la tensión neural, pueden ocasionar sudoración excesiva en dichas zonas. Otro elemento a tener en cuenta en cuanto hay una carga del neuroeje excesiva tanto en adultos como en infantil, donde pueden también observarse gotas de sudor a lo largo de la columna, como en el caso en concreto de pacientes con Parkinson, debido a esas restricciones a valorar.

Aumento frecuencia respiratoria/cardíaca:
Observable en cuanto realizan el calzado o se agachan a coger un objeto en el suelo, siempre y cuando existan restricciones en el propio neuroeje, que por un sobreesfuerzo, respondan con respiraciones rápidas y superficiales, que obviamente no interesan desde la perspectiva rehabilitadora.

Ganas de ir al baño:

Curiosamente, la movilidad en general bien es cierto que puede activar tanto el tránsito intestinal, así como las ganas de miccionar. De hecho, se suele recomendar en cuanto a problemas de estreñimiento, mucha hidratación y sobre todo mucha actividad física, como dar largos paseos como primera medida. Lo que llama la atención en un caso en concreto es que la paciente antes de empezar la sesión de una hora, va al baño para precisamente evitar cortes en lo que dura la propia sesión, y sin embargo, en cuanto finaliza, vuelve a ir. Es un ejemplo concreto, pero seguramente nos encontremos que gente con inmovilización y problemas de esfínteres, el movimiento estimule el peristaltismo o el vaciado de la vejiga, sobre todo si se incide en la cadena simpática del SNA.

 

Bibliografía:

(1) Schmid A, Brunner F, Wright A, Bachmann LM. Paradigm shift in manual therapy? Evidence for a central nervous system component in the response to passive cervical joint mobilisation. Man Ther 2008 Oct;13(5):387-396.

(2) Sterling M, Jull G, Wright A. Cervical mobilisation: concurrent effects on pain, sympathetic nervous system activity and motor activity. Man Ther 2001 May;6(2):72-81.

(3) Moutzouri M, Perry J, Billis E. Investigation of the effects of a centrally applied lumbar sustained natural apophyseal glide mobilization on lower limb sympathetic nervous system activity in asymptomatic subjects. J Manipulative Physiol Ther 2012 May;35(4):286-294.

(4) Kingston L, Claydon L, Tumilty S. The effects of spinal mobilizations on the sympathetic nervous system: a systematic review. Man Ther 2014 Aug;19(4):281-287.

(5) Chu J, Allen DD, Pawlowsky S, Smoot B. Peripheral response to cervical or thoracic spinal manual therapy: an evidence-based review with meta analysis. J Man Manip Ther 2014 Nov;22(4):220-229

(6) Simon R, Vicenzino B, Wright A. The influence of an anteroposterior accessory glide of the glenohumeral joint on measures of peripheral sympathetic nervous system function in the upper limb. Man Ther 1997 Feb;2(1):18-23.

(7) Tsirakis V, Perry J. The effects of a modified spinal mobilisation with leg movement (SMWLM) technique on sympathetic outflow to the lower limbs. Man Ther 2015 Feb;20(1):103-108.

 

Escritura en enfermedades neurodegenerativas

Escritura en enfermedades neurodegenerativas 930 450 Elena Herrera Gómez

Las alteraciones de escritura (disgrafias, McCarthy & Warrington, 1990) son comunes en numerosas enfermedades de origen neurológico. Aunque inicialmente se estudiaron en pacientes con lesiones cerebrales estables, a finales del siglo XIX ya fueron descritos pacientes con enfermedades neurodegenerativas en los que se observaban graves alteraciones en su escritura (Jackson, 1864).

Desde la perspectiva del modelo doble ruta (Ellis and Young, 1988), hay dos maneras de escribir: por un lado, mediante el acceso a las representaciones ortográficas de las palabras conocidas; por otro lado, mediante las reglas de conversión fonema-grafema (del sonido a la letra). Según este modelo, en función de la ruta que se dañe, se podrán observar diferentes errores en la escritura.

A continuación, expondremos brevemente algunas de las características de la escritura de personas con alguna enfermedad neurodegenerativa.

Enfermedad de Alzheimer

Es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente, y aunque su síntoma más característico son los problemas de memoria, también es frecuente encontrar alteraciones en el lenguaje escrito. Por ejemplo, las personas con enfermedad de Alzheimer tienden a escribir frases más cortas, con numerosos errores en el vocabulario utilizado (sustituciones semánticas, neologismos…) y utilizando palabras mucho más sencillas y concretas. Esto podría estar relacionado con el deterioro del sistema semántico.

Algunos pacientes, cometen intrusiones de información irrelevante y perseveraciones de palabras, frases o ideas utilizadas previamente.

En muchas personas con Alzheimer se observan errores de escritura con tendencia a sustituir u omitir algunas letras o combinar mayúsculas y minúsculas en una misma palabra.

Además es frecuente encontrar alteración en la forma de las letras, personas que antes presentaban una buena caligrafía, comienzan a escribir de forma ininteligible. Mientras que algunos autores refieren este problema a los estadíos moderados de la enfermedad, algunos los observan en los estadíos tempranos (Piras et al., 1998). Estas dificultades parecen estar relacionados con la disfunción de áreas parietales derechas. También es posible encontrar errores en la copia y en el paso de minúsculas a mayúsculas. Las investigaciones han encontrado que las personas con Enfermedad de Alzheimer en estadíos avanzados tienen más dificultades para copiar letras minúsculas. Interpretar estos errores es complejo, aunque es posible que se deba a que las letras minúsculas requieren una planificación motora más compleja.

Enfermedad de Parkinson

Las dificultades de escritura son un signo temprano y común en personas con Enfermedad de Parkinson. Se observa micrografía, comienzan a escribir las letras mucho más pequeñas y tiende a ir haciéndose cada vez más pequeña desde el comienzo al final de la frase. La micrografía no se debe a una lentitud en la mecánica de la escritura, sino que se explica mejor cómo un problema en la ejecución de los programas motores necesarios para escribir, relacionados con un mal funcionamiento del circuito motor de los ganglios basales así como los fallos en las conexiones entre el área rostral suplementaria , el área rostral motora del cingulado y el cerebelo (Tao Wu et al., 2016). Además, también suelen observarse errores de omisión posiblemente debidos a los déficits atencionales que presentan las personas con esta enfermedad.

Demencia fronto-temporal

En el caso de las demencias frontotemporales, en conveniente recordar que tiene tres variantes prototípicas descritas: la demencia semántica, la afasia progresiva no fluente y la demencia frontotemporal variante frontal.

Los errores de escritura, son distintos en función de la variante con la que nos encontremos. En el caso de la demencia semántica, lo más común es observar errores de deletreo y cometen errores fonológicos en la escritura. La mecánica de la escritura se encuentra preservada.

La alteración de la escritura en personas con Afasia progresiva no fluente es parecido a un “espejo” de su lenguaje oral, es decir tienden a mostrar una escritura telegráfica con numerosos errores morfológicos. Además, también se observan omisiones y transposición de letras en las palabras. Su escritura tiende a ser más lenta (Graham, 1999).

En la variante frontal de la demencia frontotemporal, se pueden observar perseveraciones u omisiones, posiblemente por el problema atencional que presentan. Su escritura suele tener un contenido irrelevante, con frases sencillas y simples en contenido.

 

Enfermedad de Huntington

Las dificultades de escritura en personas con Enfermedad de Huntington se explican principalmente por los movimientos coreicos de sus manos, que interfieren en la precisión para ejecutar los movimientos necesarios para escribir. Esto genera que no se coloquen adecuadamente las letras e inconsistencia en los tamaños y espacios.

En los estadios moderdaos de la enfermedad pueden observarse errores de omisión, adición, sustitución y perseveración de letras dentro de una misma palabra (Podoll et al., 1988). Estos errores pueden atribuirse a un daño en el búfer grafémico (el almacén temporal donde las representaciones grafémicas se mantienen el tiempo necesario hasta ser utilizadas)(Ellis, 1982).

 

Parálisis supranuclear progresiva

La escritura típica de las personas afectadas con esta enfermedad se caracteriza porque se convierte en prácticamente ininteligible. También se ha reportado micrografía, omisión de letras y de palabras, que podría ser debido a los problemas de monitoreo visual por la parálisis vertical de la mirada (Podoll et al., 1991).

 

Bibliografía:

Ellis, A. W., Young, A. W., & Anderson, C. (1988). Modes of word recognition in the left and right cerebral hemispheres. Brain and language, 35(2), 254-273.

Ellis, R. (1982). Informal and formal approaches to communicative language teaching. ELT journal, 36(2), 73-81.

McCarthy, R., & Warrington, E. K. (1990). The dissolution of semantics. Nature.

Wu, T., Zhang, J., Hallett, M., Feng, T., Hou, Y., & Chan, P. (2016). Neural correlates underlying micrographia in Parkinson’s disease. Brain, 139(1), 144-160.

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