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Alzheimer

Escritura en enfermedades neurodegenerativas

Escritura en enfermedades neurodegenerativas 930 450 Elena Herrera Gómez

Las alteraciones de escritura (disgrafias, McCarthy & Warrington, 1990) son comunes en numerosas enfermedades de origen neurológico. Aunque inicialmente se estudiaron en pacientes con lesiones cerebrales estables, a finales del siglo XIX ya fueron descritos pacientes con enfermedades neurodegenerativas en los que se observaban graves alteraciones en su escritura (Jackson, 1864).

Desde la perspectiva del modelo doble ruta (Ellis and Young, 1988), hay dos maneras de escribir: por un lado, mediante el acceso a las representaciones ortográficas de las palabras conocidas; por otro lado, mediante las reglas de conversión fonema-grafema (del sonido a la letra). Según este modelo, en función de la ruta que se dañe, se podrán observar diferentes errores en la escritura.

A continuación, expondremos brevemente algunas de las características de la escritura de personas con alguna enfermedad neurodegenerativa.

Enfermedad de Alzheimer

Es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente, y aunque su síntoma más característico son los problemas de memoria, también es frecuente encontrar alteraciones en el lenguaje escrito. Por ejemplo, las personas con enfermedad de Alzheimer tienden a escribir frases más cortas, con numerosos errores en el vocabulario utilizado (sustituciones semánticas, neologismos…) y utilizando palabras mucho más sencillas y concretas. Esto podría estar relacionado con el deterioro del sistema semántico.

Algunos pacientes, cometen intrusiones de información irrelevante y perseveraciones de palabras, frases o ideas utilizadas previamente.

En muchas personas con Alzheimer se observan errores de escritura con tendencia a sustituir u omitir algunas letras o combinar mayúsculas y minúsculas en una misma palabra.

Además es frecuente encontrar alteración en la forma de las letras, personas que antes presentaban una buena caligrafía, comienzan a escribir de forma ininteligible. Mientras que algunos autores refieren este problema a los estadíos moderados de la enfermedad, algunos los observan en los estadíos tempranos (Piras et al., 1998). Estas dificultades parecen estar relacionados con la disfunción de áreas parietales derechas. También es posible encontrar errores en la copia y en el paso de minúsculas a mayúsculas. Las investigaciones han encontrado que las personas con Enfermedad de Alzheimer en estadíos avanzados tienen más dificultades para copiar letras minúsculas. Interpretar estos errores es complejo, aunque es posible que se deba a que las letras minúsculas requieren una planificación motora más compleja.

Enfermedad de Parkinson

Las dificultades de escritura son un signo temprano y común en personas con Enfermedad de Parkinson. Se observa micrografía, comienzan a escribir las letras mucho más pequeñas y tiende a ir haciéndose cada vez más pequeña desde el comienzo al final de la frase. La micrografía no se debe a una lentitud en la mecánica de la escritura, sino que se explica mejor cómo un problema en la ejecución de los programas motores necesarios para escribir, relacionados con un mal funcionamiento del circuito motor de los ganglios basales así como los fallos en las conexiones entre el área rostral suplementaria , el área rostral motora del cingulado y el cerebelo (Tao Wu et al., 2016). Además, también suelen observarse errores de omisión posiblemente debidos a los déficits atencionales que presentan las personas con esta enfermedad.

Demencia fronto-temporal

En el caso de las demencias frontotemporales, en conveniente recordar que tiene tres variantes prototípicas descritas: la demencia semántica, la afasia progresiva no fluente y la demencia frontotemporal variante frontal.

Los errores de escritura, son distintos en función de la variante con la que nos encontremos. En el caso de la demencia semántica, lo más común es observar errores de deletreo y cometen errores fonológicos en la escritura. La mecánica de la escritura se encuentra preservada.

La alteración de la escritura en personas con Afasia progresiva no fluente es parecido a un “espejo” de su lenguaje oral, es decir tienden a mostrar una escritura telegráfica con numerosos errores morfológicos. Además, también se observan omisiones y transposición de letras en las palabras. Su escritura tiende a ser más lenta (Graham, 1999).

En la variante frontal de la demencia frontotemporal, se pueden observar perseveraciones u omisiones, posiblemente por el problema atencional que presentan. Su escritura suele tener un contenido irrelevante, con frases sencillas y simples en contenido.

 

Enfermedad de Huntington

Las dificultades de escritura en personas con Enfermedad de Huntington se explican principalmente por los movimientos coreicos de sus manos, que interfieren en la precisión para ejecutar los movimientos necesarios para escribir. Esto genera que no se coloquen adecuadamente las letras e inconsistencia en los tamaños y espacios.

En los estadios moderdaos de la enfermedad pueden observarse errores de omisión, adición, sustitución y perseveración de letras dentro de una misma palabra (Podoll et al., 1988). Estos errores pueden atribuirse a un daño en el búfer grafémico (el almacén temporal donde las representaciones grafémicas se mantienen el tiempo necesario hasta ser utilizadas)(Ellis, 1982).

 

Parálisis supranuclear progresiva

La escritura típica de las personas afectadas con esta enfermedad se caracteriza porque se convierte en prácticamente ininteligible. También se ha reportado micrografía, omisión de letras y de palabras, que podría ser debido a los problemas de monitoreo visual por la parálisis vertical de la mirada (Podoll et al., 1991).

 

Bibliografía:

Ellis, A. W., Young, A. W., & Anderson, C. (1988). Modes of word recognition in the left and right cerebral hemispheres. Brain and language, 35(2), 254-273.

Ellis, R. (1982). Informal and formal approaches to communicative language teaching. ELT journal, 36(2), 73-81.

McCarthy, R., & Warrington, E. K. (1990). The dissolution of semantics. Nature.

Wu, T., Zhang, J., Hallett, M., Feng, T., Hou, Y., & Chan, P. (2016). Neural correlates underlying micrographia in Parkinson’s disease. Brain, 139(1), 144-160.

Apraxia del vestido en ictus

Apraxia del vestido en ictus Sergio Rodríguez Menéndez

La PRAXIA es una función psicológica superior responsable de la capacidad de realizar movimientos intencionados, con una finalidad. Son acciones de complejidad variable, planificadas, con un fin determinado, aprendidas y conscientes, que con repetición se automatizan. Por eso, la mayoría de las acciones que realizamos a lo largo del día, son praxias ( beber un baso de agua, vestirnos, cortar un filete o caminar hacia la oficina). Las personas que sufren de algún tipo de daño cerebral, pueden presentar problemas para realizar movimientos cotidianos, con propósito, aprendidos y familiares, a pesar de tener la capacidad física ( tomo muscular, coordinación…) junto con el deseo de realizarlos. Estas personas sufren de APRAXIA, o lo que es lo mismo, una disociación entre la idea ( el paciente sabe lo que quiere hacer) y la ejecución motora (carece de control de acción).

Pero en la entrada de hoy, vamos a hablar específicamente de un tipo de apraxia. La apraxia del vestido o apraxia del vestir. Es un tipo de apraxia propia del hemisferio derecho, mas concretamente en el lóbulo parietal. Va asociada a la apraxia constructiva. Es frecuente encontrarla en pacientes con demencia o heminegligencia. Lo que ocurre es que la persona no es capaz de colocarse la ropa ni en la secuencia ni en la forma adecuada, es decir, saben si la chaqueta la tienen que colocar en las piernas o si el cuello se introduce por la manga.

No existe una prueba estandarizada ni validada para la valoración específica de este tipo de apraxia, pero sí se puede tener en cuenta mediante herramientas tales como la «Arnadottir OT­ADL Neurobehavioral Evaluation (A­ONE)«, que relaciona el nivel de funcionalidad con el déficit neuroconductual, o la » The Structure Observational Test of Function«, diseñada para valorar déficit neuropsicologico­funcional para personas mayores que han sufrido un daño cerebral. Esta problemática tiene una fuerte repercusión a nivel funcional en las Actividades de la Vida Diaria (AVD). El saber y no poder, o querer y no saber crea un estado de confusión, malestar e incapacidad en el paciente que necesite asistencia en las AVD.

A la hora de tratar a personas con apraxia del vestido, es necesario tener en cuenta el entorno donde se va a realizar el entrenamiento, así como tener muy claro los déficits que rodean la paciente para conocer en profundidad todos los componentes afectados. Los pasos a seguir para el re­entrenamiento con pacientes con este tipo de apraxia son los siguientes:

1. Preparación del paciente ante lo que vamos a hacer: explicamos en que va a consistir el entrenamiento, presentamos los materiales y dejamos que el paciente los explore.

2. Pautas en posicionamiento: tanto si se va a llevar a cabo el entrenamiento en sedestación como en bipedestación, el paciente debe de mantener una correcta alineación postural. Se podrá modificar el entorno para llegar a esta esperada alineación.

3. Entrenamiento por imitación: el terapeuta se coloca frente al paciente y realiza la tarea a entrenar, que en este caso puede ser la de quitarse la chaqueta, la camiseta, el pantalon. Lo realizaremos de forma gradual, por lo que en una primera fase el paciente se quitará la prenda a la vez que el terapeuta y posteriormente el terapeuta se la quitará primero y nada mas acabar iniciará a quitarsela el paciente.

4. Entrenamiento por orden verbal: El terpaeuta irá dando órdenes de los pasos a seguir (debidamente secuenciados) al paciente, mientras que esté va realizandolo poco a poco.

5. Entrenamiento global: El terapeuta retirará la secuenciación fragmentada de la actividad de quitarse la chaqueta, de tal forma que sólo le indique lo que tiene que realizar. » Quitate la chaqueta» y el paciente deberá integrar toda la secuenciación previamente entrenada.

6. Por último, y paso mas importante, debemos de pasar del entorno simulado en el departamento al entorno real del paciente en su domicilio. Tenemos que hacer todos los pasos mencionados anteriormente en su entorno real para ver si puede o no, hacer todo de forma correcta y sin ayuda.

Referencias: 1. http://www.terapia­ocupacional.com/articulos/Alteraciones_perceptivas_praxicas.shtml

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